Cuando entras en una habitación oscura y aparece tu sombra en las paredes iluminada por la luz que está detrás de ti, ¿eres tú mismo/a?

¿Seguro/a que eres tú?

Vigila muy bien de cerca cada uno de sus movimientos lo tanto que puedas, ya que en algún segundo puede desaparecer y abandonarte, luego volver en cierto momento a engañar tu cerebro haciéndote creer que es normal lo que estás viendo.

¿No has tenido esa impresión que cuando ves tu sombra por un momento, parece que se fue y luego regresó como si hubiese viajado en el tiempo? Pues... Solo te digo: vigila muy bien de cerca a tu sombra, no sea que en algún momento tú desaparezcas con ella también.