Cuando todo empezó a sentirse muy extraño, luego de 350 años sin haber temblores como este hace muchísimo tiempo. Las personas empezaron a preocuparse ante tal suceso que no pudo haber ocurrido —según las palabras del arcānus y los Mājestātis— en 70 años. El silencio no gobernaba en la ciudad, se siente aflicciones por cada lugar que se transite. Las casas se han empezado a verse completamente diferente al hermoso Altium que tenían. Las puertas caídas, las ventanas con sus cristales rotos, los animales domésticos como los hipocanes Seepess y los ornifélidos Rere sienten temor y se mantienen a salvo bajo la fuente de fuego que sigue estable. Los Prœliātoris calman a los Ul'Ki con psyvibriti. La población ha empezado a sentirse entre penumbras... ¿Qué ha hecho este derrumbe en la ciudad? ¿Qué ha pasado bajo las montañas? |
—¡Pueblo de Altium, no se alarmen! —Trata de calmar el Loquax'Enkĭus—. Sabemos que se han lastimado seres, perdidas sus pertenencias, aunque haremos lo posible juntos para investigar y ayudarnos. Enkĭus ha dicho que nos entendiéramos entre todos, y creemos que este es uno de esos momentos.
El Prœliātor Calz se levanta y da un salto creando una luz hasta llegar al lugar del Loquax'Enkĭus, su resplandeciente camino óptico que se ve es igual a una estrella cayendo al planeta. Al tocar el suelo, sus pies hacen el mismo sonido de los truenos. Mientras la armadura brilla, no sabes distinguir si es un ser divino o el mismo Prœliātor.